CAPÍTULO XVIII | Carta a papá

Querido papá,

Te escribo esta carta porque quiero decirte algunas cosas…

Sé que nunca hemos hablado de nuestros sentimientos, de nuestra relación como padre e hijo y lo alejados que a veces nos encontramos a pesar de estar presentes.

Sé también que no hablamos de mi vida privada porque te resulta incómodo y doloroso (porque así me lo dijiste alguna vez), sin embargo me respetas porque te sientes orgulloso de mí.

Lamento y lamentaré no poder ser el hijo con quien puedas tomar unas cervezas al festejar la llegada de un nieto o un próximo casamiento así sea modesto u ostentoso, porque eso es un ingenuo deseo que no llegará. Pero descuida, festejaremos muchas otras cosas más.

Este ciclo me ha hecho reflexionar en lo venturoso que soy de incluso extrañarte, porque así puedo comunicarme contigo, lo haré más seguido. Es una promesa.

Te quiero mucho pá, este es tu día y el mío también, y quiero sanar la decepción que algún día te tuve y que me duró algún tiempo, no puedo juzgarte, todos cometemos errores pero hoy somos mejores personas por eso.

Te agradezco porque sin tu apoyo mi madre no estaría logrando lo que tanto soñó lograr. Admiro tu nobleza y paciencia y tu capacidad de aceptar que los hijos son un mundo entero y que adoleces internamente cuando nos ves decaer.

Ahora que crezco me doy cuenta que soy feliz de poder tenerte sano y lúcido y confío que pronto podré abrazarte. Eres mi mejor regalo.

Feliz día pá, que tengas un día muy feliz, hoy y siempre.

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